top of page

Pasos para transitar una emoción: Reconciliándonos con el sentir

En el acelerado ritmo de la vida contemporánea, a menudo nos encontramos buscando escapar de las emociones que consideramos incómodas o dolorosas. Sin embargo, cada emoción que experimentamos tiene su razón de ser y su propósito en nuestra vida. En lugar de tratar de evitarlas, es fundamental aprender a habitar las emociones, a transitar lo que se presenta y a reconciliarnos con aquello que no es fácil de sentar. Permitirnos sentarnos con aquello que duele: rabia, dolor, miedo y tristeza, es un acto de valentía y autenticidad que nos conduce a un profundo bienestar emocional. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo permitirnos sentir y habitar aquello que no es fácil transitar?


Paso 1: Nombrar lo que sientes

El proceso de reconciliación con nuestras emociones empieza por el simple acto de nombrarlas. Nombrar una emoción es más que identificarla; es concederle el espacio y la atención que merece. Al nombrarla, comenzamos a reconocerla como parte de nuestra experiencia humana, dejando de lado la negación o la evitación. Esto no siempre es fácil, pues a menudo, las emociones no son sólo una. Se funden unas con otras y llevan varios matices: "tristeza-alegría", "rabia-miedo", "angustia-optimismo". Esto, por natural que sea, no hace que el proceso de nombrar y reconocer sea sencillo, por lo que recomiendo el uso de la rueda de las emociones: una poderosa herramienta para identificar lo que sentimos y a qué se asocia.



Paso 2: Sentirla en nuestro cuerpo


Una vez nombrada, el siguiente paso es sentir la emoción en nuestro cuerpo. Las emociones no son meros fenómenos mentales, también tienen una expresión física. Sentir la emoción en el cuerpo nos conecta con sus sensaciones físicas y nos permite entender cómo afecta nuestro bienestar general. Esta conexión cuerpo-mente es esencial para una auténtica experiencia emocional. Trata de cerrar los ojos, respirar profundamente y ser consciente de todo lo que se mueve y se manifiesta en tu cuerpo. ¿Dónde está esa emoción? ¿Sientes frío, calor? ¿Hay músculos tensionados? ¿Está en la cabeza, en los brazos, en el estómago? Tómate tu tiempo para encontrar el foco de energía de la emoción en tu cuerpo y sentirla sin tratar de cambiarla. Nombrarla y sentirla.


Paso 3: Visualízala en tu cuerpo

Visualizar la emoción en el cuerpo es otro paso vital. Cierra los ojos y dirige tu atención hacia las áreas donde sientes la emoción. Imagina cómo se manifiesta en forma de colores, texturas o movimientos. ¿De qué color es la emoción? ¿De qué tamaño? ¿Qué textura tiene? ¿Se mueve, está quieta, palpita, crece? Trata de darle vida visualizandola en todo detalle y teniéndola presente en el foco de tu mente. Esta visualización crea un puente entre lo abstracto y lo tangible, permitiéndote explorar la emoción desde una perspectiva introspectiva.


Paso 4: Hablar con la emoción

Hablar con tu emoción es un paso poderoso para profundizar en la comprensión de su origen y propósito. Imagina que la emoción tiene una voz y conversa con ella. Pregúntale por qué está presente, qué intenta comunicarte y qué necesitas aprender de ella. Esta interacción interna puede revelar valiosos conocimientos sobre tus deseos, temores y necesidades emocionales. Nuestras emociones tienen tres funciones:


A. Decirnos algo de nosotros mismos

B. Decirnos algo de los demás

B. Motivar una acción.


Teniendo esto en mente, pregúntate, ¿qué te pide esta emoción? ¿Qué te dice de ti? ¿Qué quiere?


Paso 5: Darle voz a lo que sentimos

Finalmente, darle voz a la emoción es esencial para completar el proceso de reconciliación. Esto implica expresar la emoción de alguna manera externa, ya sea escribiendo en un diario, hablando con un amigo de confianza o incluso creando arte. Externalizar la emoción le permite encontrar una salida saludable y te brinda la oportunidad de liberar su energía acumulada.

Reconciliarnos con nuestras emociones no es un proceso instantáneo, pero es un viaje que nos lleva hacia la autenticidad emocional y el bienestar integral. Al permitirnos habitar nuestras emociones, transitando lo que sentimos y dándoles voz, cultivamos una relación más compasiva con nosotros mismos. Aprender a sentarnos con el dolor y la incomodidad nos capacita para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y autenticidad, construyendo una base sólida para nuestro crecimiento personal y emocional.


Commenti


(Bulk 1)  (1).png

Obtén tu certificado de mascota de apoyo emocional 

¡Obtén tu certificado de mascota de apoyo emocional de manera rápida, profesional y acorde a las regulaciones en Colombia! 🐾✨ Escríbeme ahora y asegura todos los documentos necesarios en el menor tiempo posible.

bottom of page