Últimamente se habla mucho sobre los tipos de apego. Al visitar cualquier red social, no es difícil encontrar contenido en el se que diagnostica apego ansioso o evitativo. El auge de la conversación alrededor de la salud mental ha potenciado el discurso en torno a los tipos de apego, pero a su vez, ha aumentado la desinformación y poca claridad al respecto. En este artículo hablaremos sobre qué es el apego, quién desarrolló la teoría del apego y cuales son los cuatro tipos de los que se habla en los postulados clásicos.
¿Qué es el apego?
El apego es un vínculo emocional que se desarrolla entre los seres humanos desde los primeros años de vida y que influye en la forma en que establecemos relaciones y nos comportamos en el futuro. Este vínculo se establece a través de la interacción entre el niño y sus cuidadores, en la que el cuidador responde a las necesidades del niño de manera sensible y consistente. Si el niño recibe una atención amorosa, respetuosa y responsable, desarrolla un apego seguro que le permite sentirse cómodo en la cercanía emocional con los demás. Si las experiencias son negativas y el cuidador responde de manera insensible o inconsistente, el niño puede desarrollar un apego inseguro, que puede manifestarse como ansioso, evitativo o desorganizado. El apego puede influir en la forma en que interactuamos con los demás a lo largo de nuestra vida, por lo que es un tema importante de estudio en la psicología.
El psicólogo John Bowlby fue uno de los primeros en investigar el apego, y su teoría ha sido ampliamente estudiada y desarrollada por otros psicólogos.
¿Quién es John Bowlby?
John Bowlby (1907-1990) fue un psicoanalista y psicólogo británico conocido por su trabajo pionero en la teoría del apego. Su teoría sostiene que el vínculo emocional entre el niño y sus cuidadores es crucial para el desarrollo emocional y social del niño, y que los niños que tienen relaciones seguras y estables con sus cuidadores tendrán un mejor ajuste social y emocional en el futuro. Además, Bowlby desarrolló la teoría de que el instinto humano de apego se origina en la necesidad de protección y supervivencia, lo que lleva a los niños a buscar la proximidad y el contacto con los cuidadores. Sus ideas sobre el apego han sido influyentes en la psicología y en la forma en que entendemos las relaciones humanas.
Bowlby llevó a cabo varios experimentos y observaciones para desarrollar su teoría del apego. Uno de los más conocidos es el llamado "estudio de los niños de la calle". En este estudio, Bowlby analizó el desarrollo de los vínculos emocionales en un grupo de niños que habían sido separados de sus familias y vivían en instituciones de cuidado infantil. Observó que muchos de estos niños desarrollaron problemas emocionales y de comportamiento graves, lo que llevó a Bowlby a concluir que la privación temprana de la figura de apego puede tener consecuencias negativas duraderas en el desarrollo emocional de los niños. Otro experimento que Bowlby realizó fue el "experimento de la situación extraña", en el que observó la reacción de los niños ante la separación y reunión con sus cuidadores en un entorno controlado. Este experimento permitió a Bowlby desarrollar la idea de que los niños con apego seguro suelen mostrar una mayor capacidad para explorar su entorno y para separarse de sus cuidadores sin ansiedad excesiva, mientras que los niños con apego inseguro tienden a ser más ansiosos y reacios a explorar. Estos experimentos y observaciones fueron fundamentales para el desarrollo de la teoría del apego y para la comprensión de la importancia del vínculo emocional en el desarrollo infantil.
¿Cómo se desarrolla un tipo de apego?
Según la teoría del apego de Bowlby, el vínculo afectivo entre el niño y sus cuidadores comienza a desarrollarse desde el nacimiento y es crucial para el desarrollo emocional y social del niño. Este vínculo se establece a través de la interacción entre el niño y sus cuidadores, en la que el cuidador responde a las necesidades del niño de manera sensible y consistente. A medida que el niño crece, desarrolla un modelo mental interno de su relación con los cuidadores, basado en sus experiencias. Si las experiencias son positivas y el cuidador responde de manera sensible y consistente, el niño desarrollará un modelo seguro de apego, que le permitirá sentirse cómodo en la cercanía emocional con los demás. Por el contrario, si las experiencias son negativas y el cuidador responde de manera insensible o inconsistente, el niño puede desarrollar un modelo inseguro de apego, que puede manifestarse como ansioso, evitativo o desorganizado.
¿Cuales son los tipos de apego?
Según la teoría del apego, existen cuatro tipos de apego diferentes: seguro, ansioso, evitativo y desorganizado. Cada uno de estos tipos se forma a partir de las experiencias tempranas que tiene una persona con sus cuidadores y pueden influir en la forma en que las personas interactúan con los demás a lo largo de su vida.
Apego seguro: Las personas con este tipo de apego se sienten cómodas y seguras en la cercanía emocional con los demás. Aprendieron que pueden confiar en sus cuidadores para satisfacer sus necesidades básicas, y eso les permite sentirse seguros y tranquilos en la relación. Las personas con un apego seguro tienden a ser más independientes, pero también son más propensas a buscar apoyo emocional cuando lo necesitan.
Apego ansioso: Las personas con un apego ansioso suelen sentirse ansiosas e inseguras en sus relaciones. A menudo necesitan más cercanía emocional y atención de la que su pareja o amigos pueden proporcionar. Esto puede llevar a un comportamiento más pegajoso o exigente, lo que puede dificultar la relación. Las personas con un apego ansioso también pueden tener dificultades para confiar en los demás.
Apego evitativo: Las personas con un apego evitativo tienden a evitar la intimidad emocional. Aprendieron que no podían confiar en sus cuidadores para satisfacer sus necesidades emocionales, por lo que se volvieron más independientes y menos propensos a buscar apoyo emocional de los demás. Las personas con un apego evitativo pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos y conectarse emocionalmente con los demás.
Apego desorganizado: Las personas con un apego desorganizado suelen haber experimentado traumas o situaciones de violencia en la infancia. Como resultado, pueden tener dificultades para confiar en los demás y para regular sus propias emociones. A menudo se sienten atrapados entre la necesidad de buscar cercanía emocional y la necesidad de evitar el dolor y el miedo que pueden asociar con ella.
Es importante tener en cuenta que el tipo de apego de una persona puede ser influenciado por experiencias de vida posteriores y no se limita necesariamente a la infancia. Además, el tipo de apego puede cambiar con el tiempo y con la terapia.
En conclusión, el apego es una parte importante de nuestras relaciones y puede influir en cómo nos relacionamos con los demás. Si bien existen diferentes tipos de apego, es posible trabajar en él a través de la terapia y la conciencia de nuestras propias experiencias y patrones de comportamiento.
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